Falta de transparencia e intereses abusivos en productos financieros: conoce tus derechos

En los últimos años, la contratación de productos financieros se ha vuelto algo cotidiano. Pedimos un préstamo personal por internet, financiamos un electrodoméstico en una tienda, aceptamos una tarjeta de crédito que nos ofrecen por teléfono… Todo parece fácil, rápido y sin complicaciones. Pero detrás de esa aparente comodidad se esconden muchas veces condiciones que los consumidores no entienden del todo —y que, en ocasiones, ni siquiera se les han explicado correctamente.
En otras palabras, lo que comienza como una solución puede convertirse en una trampa. Pagos que no terminan nunca. Intereses que duplican la deuda inicial. Cláusulas que nadie recuerda haber aceptado. Y lo más grave: personas que se sienten atrapadas, sin saber que la ley puede estar de su parte.
Desde Alivia Finance, expertos en cancelación de deudas, analizamos por qué la falta de transparencia puede convertir un producto financiero en un problema legal, y qué puedes hacer si ya lo has contratado.
¿Qué es realmente la falta de transparencia financiera?
Cuando hablamos de “falta de transparencia”, no nos referimos solo a que el banco o la financiera no te explicó bien las cosas. Nos referimos a que se ha vulnerado tu derecho legal a ser informado de forma clara, suficiente y comprensible antes de contratar un producto financiero.
Este derecho está protegido por leyes como el Real Decreto Legislativo 1/2007, que recoge la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, y por la Directiva 2008/48/CE sobre contratos de crédito al consumo. Ambas normas establecen que el cliente debe recibir:
- Información detallada sobre el coste total del préstamo (no solo el interés nominal, sino también el TAE, comisiones, seguros, etc.).
- Un documento de información precontractual (DIP o DINE) con tiempo suficiente para analizarlo antes de firmar.
- Simulaciones realistas de cómo quedarán las cuotas.
- Explicaciones comprensibles sobre las consecuencias del impago.
- La posibilidad de comparar con otras ofertas del mercado.
Si alguna de estas condiciones no se cumple, no solo estamos ante una mala práctica comercial: podría tratarse de un contrato nulo o anulable, con todas las consecuencias legales que eso implica.
Casos típicos: tarjetas revolving, préstamos rápidos y financiación comercial
El producto financiero más asociado a prácticas abusivas es la tarjeta revolving. A través de pagos aplazados con cuotas fijas, el cliente cree que reduce su deuda, pero en realidad solo cubre intereses. Por ejemplo, una deuda de 1.500 € con un TAE del 24 % y una cuota de 50 €/mes puede tardar más de 6 años en saldarse, y el coste total podría superar los 3.000 €. Es decir, ¡el doble de lo que pediste!
También son frecuentes los abusos en:
- Créditos preconcedidos que se aprueban en minutos sin explicación de los costes reales.
- Financiación de electrodomésticos, coches o reformas gestionada por comercios o financieras asociadas. Muchas veces no hay personal cualificado para explicarte los términos, y terminas aceptando condiciones que no comprendes.
- Reunificaciones de deuda que prometen una cuota más baja, pero esconden un coste total mucho mayor a largo plazo.
¿Cuándo la ley dice basta a estos intereses abusivos?
Desde 1908, España cuenta con una ley que protege a los ciudadanos frente a intereses excesivos: la Ley de Represión de la Usura (también conocida como Ley Azcárate). Esta norma sigue en vigor más de un siglo después, y ha sido la base de cientos de sentencias que han anulado contratos abusivos.
Según su artículo 1, será nulo todo préstamo con un interés notablemente superior al normal del dinero y manifiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso.
La clave aquí está en lo que los tribunales consideran “interés notablemente superior”. Y en los últimos años, el Tribunal Supremo ha sido claro:
- En la Sentencia 149/2020, el Supremo anuló un contrato de tarjeta revolving con un TAE del 27 %.
- En la más reciente Sentencia 600/2023, estableció que un interés superior en más de 6 puntos a la media del crédito al consumo ya puede considerarse usurario.
- Pero, incluso aunque el interés esté por debajo de ese umbral, si no hubo una información clara y comprensible, el contrato también puede anularse por falta de transparencia.
Es decir: no hace falta que el interés sea escandaloso para que un contrato sea nulo. Basta con que no se te haya explicado bien lo que firmabas.
¿Qué ocurre si un contrato es declarado nulo?
Cuando un juez declara que un contrato es nulo por usura o por falta de transparencia, las consecuencias son muy favorables para el consumidor:
- Solo tienes que devolver el capital prestado. Nada de intereses ni comisiones.
- Todo lo que hayas pagado de más debe devolverse. En muchos casos, esto significa recuperar miles de euros.
- Si estabas en ASNEF, RAI u otros ficheros de morosos, se te puede eliminar.
Se paralizan demandas, embargos o procedimientos judiciales en curso.
En la práctica, esto significa que una deuda que parecía eterna puede desaparecer por completo. Y, en muchos casos, incluso podrías recuperar dinero.
¿Cómo saber si tu contrato es reclamable?
A veces, el mayor problema es que ni siquiera sabes si tu contrato es legal o no. Por eso, desde Alivia Finance hemos preparado estas preguntas clave:
- ¿Te dijeron claramente cuánto pagarías en total?
- ¿Entendiste cómo se calculaban los intereses?
- ¿Recibiste la documentación antes de firmar y tuviste tiempo para leerla?
- ¿Pudiste comparar con otros productos similares?
- ¿Has pagado durante años y tu deuda apenas ha bajado?
Si alguna de estas respuestas es “no”, hay motivos fundados para revisar el contrato. Puede que estés pagando una deuda basada en un contrato nulo. Y si es así, la ley te protege.
¿Qué puedes hacer ahora?
Si sospechas que firmaste algo injusto, lo primero es no rendirte ni seguir pagando sin revisar. Desde Alivia Finance te recomendamos:
- Pide una copia completa del contrato y extractos de pagos.
- Solicita un análisis legal gratuito: nuestro equipo te dirá si es reclamable.
- Reclama primero por vía extrajudicial. Si no funciona, se puede ir a juicio con garantías.
- No aceptes más refinanciaciones o préstamos para tapar esta deuda. Es una trampa.
La justicia está de tu lado pero necesita que actúes
La normativa actual y la jurisprudencia consolidada respaldan al consumidor frente a los abusos de entidades financieras. Pero para que el derecho se convierta en realidad, hay que actuar. Cada día que pasa sin reclamar beneficia a la entidad que impuso esas condiciones opacas.
En Alivia Finance estamos comprometidos con la defensa de tus derechos. Si sospechas que tu tarjeta, préstamo o crédito fue contratado sin la debida transparencia, contáctanos.
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