Cómo cerrar una cuenta bancaria con deudas
Cerrar una cuenta bancaria suele ser un trámite sencillo… hasta que hay deudas de por medio. Entonces empiezan las dudas: ¿me dejarán cerrarla?, ¿seguiré debiendo dinero?, ¿pueden embargarme?, ¿qué pasa si ya no la uso? etc.
Muchas personas llegan a este punto después de meses (o años) de descontrol financiero. La cuenta ya no les sirve, solo genera comisiones, recibos devueltos, intereses… y sensación de agobio. En ese contexto, cerrarla puede parecer la forma más rápida de “dejar atrás” el problema. Sin embargo, hacerlo sin conocer bien las consecuencias suele provocar justo lo contrario: que la deuda aumente.
En Alivia Finance somos especialistas en negociación y cancelación de deudas, y vemos este escenario a diario. Sabemos que no se trata solo de cerrar una cuenta, sino de hacerlo bien, en el momento adecuado y dentro de una estrategia que proteja al cliente.
A lo largo de este artículo te explicamos qué ocurre cuando una cuenta tiene deudas, por qué no siempre se puede cerrar directamente y qué riesgos existen si se actúa sin una planificación adecuada.
Antes de nada, ¿es posible cerrar una cuenta bancaria con deudas?
Aquí llega la parte importante: una cuenta bancaria no se puede cerrar oficialmente mientras exista una deuda pendiente.
El motivo es sencillo. Para el banco, mientras haya dinero por devolver, comisiones abiertas o servicios activos, la relación contractual sigue vigente. Aunque no uses la cuenta, la entidad considera que el contrato sigue “vivo” porque la deuda no ha desaparecido.
Esto significa que no podrás cancelarla si existe:
- un saldo negativo,
- un préstamo vinculado,
- recibos impagados,
- o cualquier comisión pendiente.
Ahora bien, que no puedas cerrarla de forma oficial no quiere decir que no puedas protegerte. Y ahí está la diferencia fundamental: una cosa es ignorar el problema y dejar la cuenta sin control, y otra muy distinta es actuar con estrategia para detener el deterioro y recuperar el control de tu situación financiera.
Qué pasa si simplemente dejas la cuenta “abandonada”
Este es uno de los errores más comunes. Cuando una persona deja una cuenta sin gestionarla correctamente, las comisiones siguen acumulándose, los intereses continúan creciendo y los recibos devueltos generan nuevos cargos.
Con el tiempo, esos pequeños importes se convierten en descubiertos cada vez mayores, mientras el banco gana margen para reclamar la deuda.
Ante esta situación, el resultado es claro y una cantidad que parecía controlable puede aumentar sin que apenas te des cuenta.
Cómo cerrar una cuenta bancaria con deudas de forma segura
1. Analizar la deuda y revisar movimientos
Antes de hacer nada, es fundamental identificar:
- cuál es el importe real pendiente
- cuánto corresponde a intereses
- qué comisiones se están aplicando
- y qué cargos podrían reclamarse en el futuro
En muchos casos aparecen comisiones indebidas o importes que pueden discutirse, algo que solo se detecta cuando se revisa la cuenta con detalle.
2. Mover la nómina a una cuenta segura
Si la deuda está en el mismo banco donde recibes tu nómina, el primer paso no debería ser cerrar la cuenta, sino proteger tus ingresos.
Esto se logra cambiando la nómina a otra entidad, ya que permite evitar cargos automáticos inesperados, recuperar el control sobre tu dinero y negociar en una posición más favorable.
Este movimiento forma parte del método Alivia y siempre se realiza de forma planificada.
| Si quieres conocer en profundidad cómo funciona este paso y sus implicaciones, te recomendamos leer nuestro artículo: “Qué pasa si cambio la nómina y tengo deudas”. |
3. Impago controlado para frenar el deterioro
En Alivia Finance trabajamos con lo que llamamos impago controlado cuando la situación lo requiere. No se trata de dejar de pagar sin rumbo, sino de pausar los pagos de forma ordenada y estratégica para frenar intereses abusivos, cambiar la posición frente al banco y crear las condiciones adecuadas para una negociación real.
En muchos casos, seguir pagando sin un plan solo prolonga el problema y encarece la deuda.
4. Negociar directamente con el banco
Una vez el ingreso está protegido, llega el momento de negociar. Es aquí donde el acompañamiento profesional del equipo de Alivia Finance marca la diferencia. Nuestro trabajo consiste en eliminar cargos indebidos, reducir intereses, negociar descuentos y establecer pagos asumibles que se adapten a la situación real de cada persona.
Con apoyo especializado, es posible alcanzar acuerdos que una persona por sí sola difícilmente conseguiría.
5. Solicitar el cierre definitivo con confirmación por escrito
Cuando la deuda ya está liquidada o renegociada correctamente, se solicita el cierre formal de la cuenta.
Es imprescindible obtener un justificante de cancelación, un documento que confirme saldo cero y la baja definitiva de la relación contractual.
Cerrar una cuenta no es solo un trámite, es una decisión financiera
Cerrar una cuenta bancaria con deudas no es simplemente “quitarse un problema de encima”, sino tomar una decisión que puede marcar la diferencia entre seguir arrastrando una carga o empezar a recuperar la estabilidad.
Si estás en este punto y no sabes cómo actuar, analizar tu caso con profesionales puede ahorrarte tiempo, dinero y muchos errores difíciles de corregir. ¡Contacta con nosotros!
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